Shinzo Abe, el provocador líder japonés de la posguerra
viernes, 08 de julio de 2022

Grupo REFORMA

Tokio, Japón(08 julio 2022).- Asesinado esta mañana en la prefectura de Nara, Shinzo Abe no sólo fue el hombre que más tiempo ocupó el cargo de Primer Ministro, sino que fue uno de los líderes más influyentes de la posguerra en Japón.

El líder nacionalista y promotor del Ejército fue aplaudido por conservadores y repudiado por liberales, y su objetivo de engrandecer a su nación distanciándose del resto y dejando a un lado los horrores cometidos durante la Segunda Guerra Mundial causó encono en la región.

Abe fue siempre un político de sangre azul preparado para el poder. Su abuelo fue el también Primer Ministro Nobusuke Kishi (1957-1960), y su padre fue Ministro de Relaciones Exteriores.

El fallecido líder llegó al Parlamento en 1993, y en 2006 fue por primera vez elegido Primer Ministro, pero renunció después de un año en el cargo plagado de escándalos.

Se convirtió nuevamente en el Jefe de Gobierno en 2012, prometiendo arreglar la economía asediada de la nación y lograr su sueño nacionalista de enmendar la Constitución pacifista de Japón para permitir un Ejército completo.

Abe es quizá también el político más polarizador y complejo en la historia reciente de Japón. Hizo enojar tanto a liberales en casa como a víctimas de la Segunda Guerra Mundial en Asia con su impulso agresivo para renovar al Ejército y su visión revisionista de que Japón recibió un veredicto injusto de la historia por su pasado brutal.

Al mismo tiempo, revitalizó la economía de Japón y guió los esfuerzos de la nación para tomar un rol más fuerte en Asia, y sirvió como un raro faro de estabilidad política antes de dejar el cargo hace dos años por razones de salud.

“Es la figura política más destacada de Japón en las últimas dos décadas”, dijo Dave Leheny, un cienciólogo político en la Universidad de Waseda.

“Quería Japón fuera respetado en el escenario global en la manera que él creía que se lo merecía… También quería que Japón ya no tuviera que seguir disculpándose por la Segunda Guerra Mundial”.

Abe creía que el historial de éxito económico, paz y cooperación global de Japón en la posguerra era algo “a lo que otros países deberían prestar más atención y de lo que los japoneses deberían estar orgullosos”, agregó Leheny.

Abe era favorito de los conservadores pero menospreciado por los liberales en Japón. Y ninguna política fue más divisiva que su preciado sueño, en última instancia, de revisar la constitución de renuncia a la guerra de Japón. Su ultranacionalismo también provocó el enojo de las Coreas y de China, ambas víctimas de Japón en los tiempos de guerra.

Ese impulso por la revisión constitucional surgió de su historia personal. El abuelo de Abe, el ex Premier Kishi, despreciaba la constitución redactada por Estados Unidos, adoptada durante la ocupación estadounidense en la posguerra. Para Abe, también, el capítulo 1947 fue un símbolo de lo que él veía como el injusto legado de la derrota de Japón en la guerra y una imposición de orden mundial de los vencedores y los valores occidentales.

La constitución renuncia al uso de la fuerza en conflictos internacionales y limita el Ejército militar a su autodefensa, pese a que el país tiene un Ejército, Marina y Fuerza Aérea bien equipados que trabajan de cerca con Estados Unidos, el principal aliado del archipiélago.

Un pobre respaldo público a los cambios condenó el impulso de Abe, pero el objetivo aún tiene apoyo de sus seguidores ultraconservadores.

Abe se enfureció contra los tratados de posguerra y el tribunal que juzgaba a los tribunales de guerra japoneses. Su retórica política a menudo se enfocaba en hacer de Japón una nación “normal” y “hermosa” con un Ejército más fuerte y un rol más importante en los asuntos internacionales.

También fue una fuerza impulsora de los esfuerzos de los conservadores japoneses para encubrir las atrocidades de la guerra e impulsar el fin de las disculpas por las atrocidades.

Sus partidarios señalan sus esfuerzos por elevar el perfil de Japón en el escenario internacional, y su propuesta por un nuevo orden de democracias afines como contrapartida al ascenso de China, algo que Washington y otros respaldaron.

Abe también una gran influencia en las políticas del actual Primer Ministro Fumio Kishida, impulsando el refuerzo de la capacidad militar, incluida la capacidad de ataque preventivo.

Cuando dejó el cargo en 2020 fue porque padecía de colitis ulcerosa, padecimiento que había tenido desde que era adolescente y reapareció.

Dijo a la prensa en ese momento que era “desgarrador” dejar muchas de sus metas sin lograr. Además del fracaso en la revisión constitucional, tampoco pudo resolver varios otros legados inconclusos de la guerra, incluido el normalizar relaciones con Corea del Norte, la resolución de disputas insulares con los países vecinos y firmar un tratado de paz con Rusia para formalmente dar fin a las hostilidades de la Segunda Guerra Mundial.

Abe fue elogiado en Washignton por impular una relación bilateral más fuerte con EU, que vio como un medio para reforzar la capacidad de defensa de Japón. El país asiático alberga a 50 mil soldados estadounidenses como baluarte en la región en medio de las tensiones con China y Corea del Norte.

Abe cautivó a los conservadores con sus políticas de seguridad debido al temor al terrorismo, las ambiciones misilísticas y nucleares de Corea del Norte y la asertividad militar de China.

Pero siempre ha habido un apoyo público general a la constitución pacifista y visiones divididas sobre las enmiendas dentro del partido gobernante de Abe.

Abe dijo que estaba orgulloso de trabajar por una alianza de seguridad más fuerte entre Japón y EU, y de dirigir la primera visita de un Presidente estadounidense en funciones a la ciudad de Hiroshima. También ayudó a que Tokio ganara el derecho a ser anfitrión de los Juegos Olímpicos 2020 al prometer que un desastre en la planta nuclear de Fukushima esta “bajo control” cuando no lo estaba.

Abe se convirtió en el Primer Ministro más joven en la historia de Japón en 2006, con 52 años, pero su primera etapa extremadamente nacionalista terminó un año después, también por su salud.

El final de ese mandato cargado de escándalos fue el principio de seis años de cambios anuales en el liderazgo japonés, recordados como una era política de “puerta giratoria” que carecían de estabilidad y de políticas a largo plazo.

Cuando regresó al cargo en 2012, Abe prometió revitalizar la nación y sacar su economía de su estancamiento deflacionario con su fórmula llamada “Abenomics”, que combinaba estímulo fiscal, flexibilización monetaria y reformas estructurales.

Ganó seis elecciones nacionales y construyó un sólido control del poder, reforzando el papel de defensa de Japón y su alianza de seguridad con EU. También intensificó la educación patriótica en las escuelas y elevó el perfil internacional de Japón.

Abe dejó el poder como el Primer Ministro con más años en el cargo por días consecutivos, eclipsando el récord de Eisaku Sato, su tío abuelo, quien gobernó 2 mil 768 días de 1964 a 1972.

Noticias relacionadas

Explosión en discoteca de Perú deja 15 heridos

Explosión en discoteca de Perú deja 15 heridos

La explosión de un artefacto en una discoteca en Lima, Perú dejó 15 personas lesionadas.Los hechos ocurrieron la noche del 15 de septiembre en San Juan de Lurigancho y quedaron grabados en video.En las imágenes compartidas en la cuenta de X (antes Tiwtter)...