Esta es la tercera vez desde principios de año que las personas toman las calles de Bruselas para protestar contra las restricciones sanitarias y exigir la dimisión del primer ministro Alexander de Croo.
La protesta fue convocada esta vez por el movimiento antivacuna Bélgica Unida por la Libertad. Los activistas recogieron firmas para exigir a la Cámara de Representantes —Cámara baja del Parlamento— que inicie el procedimiento para disolver el actual gobierno.
Los manifestantes demandan la abolición de la obligatoriedad de los pases sanitarios, sin los cuales es imposible entrar en los establecimientos de restauración y de ocio.
La gente se opone también a la vacunación obligatoria del personal médico, que prevén aprobar las autoridades.
La protesta tiene lugar una semana después de que se produjeran enfrentamientos con la Policía durante una manifestación contra la vacunación obligatoria.
Entonces la Policía utilizó cañones de agua y gases lacrimógenos para hacer retroceder a los manifestantes, que estaban reunidos cerca de la sede de la Unión Europea. Según los datos de la Policía, unas 50.000 personas salieron a las calles.
Últimamente se están registrando más de 50.000 nuevos casos de coronavirus de media cada día en Bélgica.
A finales del año pasado el primer ministro belga que se oponía firmemente a la vacunación obligatoria, propuso volver a examinar esa cuestión ante el aumento de la incidencia entre los ciudadanos no vacunados.
Fuente: Sputnik news